Los miembros de la iglesia preguntaron por qué compraban un campanario. ¿Era la mejor manera de usar los recursos de Dios? ¿Y qué de alimentar a los pobres? El pastor respondió que había que usar los fondos como deseaban los donantes. Y luego citó a Jesús: «a los pobres siempre los tendréis con vosotros» (Juan 12:8).

De inmediato, el pastor se disculpó por su comentario superficial y fuera de contexto, lo que me llevó a pensar: ¿Cuál era el contexto de Jesús? Seis días antes de su muerte, una mujer ungió a Jesús con un perfume costoso. Los discípulos se disgustaron. ¿Por qué no se vendía ese perfume para ayudar a los pobres? Jesús respondió aludiendo a Deuteronomio 15:11: «a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis» (Juan 12:8).

Jesús sabía lo que estaba escrito unos versículos antes: «Entre ustedes no deberá haber pobres, porque el Señor tu Dios te colmará de bendiciones […]. Y así será, siempre y cuando obedezcas al Señor tu Dios» (Deuteronomio 15:4-5 nvi). Los pobres existían solo porque Israel no había obedecido a Dios. Los discípulos usaron a los pobres para desviar el foco de Jesús, el único verdadero israelita que obedecería hasta el final.

No necesitamos elegir entre Jesús y los pobres. Amamos a las personas mejor si lo amamos a Él por encima de todo.

De: Mike Wittmer

Reflexiona y ora

¿Cómo ayudas a los más desprovistos? ¿Cómo la vida de Jesús y sus enseñanzas te alientan a compartir con los necesitados?
Jesús, recibe mi alabanza.