Henry David Thoreau describió una ciudad como un lugar donde muchas personas están «solas juntas». Estas palabras contienen algo de verdad. En mi juventud, canciones como Mr. Lonely y Only the Lonely abordaban la soledad y el aislamiento. En años recientes, la pandemia fue una de las épocas más solitarias que el mundo ha conocido. Las redes sociales también pueden alimentar esa soledad, brindándonos conexión sin relación. Quizá la soledad sea la nueva pandemia.

Relatando el nacimiento de Jesús (1:18-25), Mateo dijo: «Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta [Isaías], cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros» (vv. 22-23). Reflexiona un momento… ¡Dios con nosotros!

Los creyentes en Jesús nunca están solos. Nacimos de nuevo en la familia de Dios, que abarca todo el mundo y las edades. Pablo dijo: «ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino […] miembros de la familia de Dios» (Efesios 2:19). Nos ama un Dios siempre presente, quien dijo: «No te desampararé, ni te dejaré» (Hebreos 13:5).

Sea lo que sea que estés enfrentando hoy, nuestro Padre celestial está contigo. Permítele que te ayude en las incertidumbres y retos de la vida.

De:  Bill Crowder

Reflexiona y ora

¿Cuándo te has sentido solo? ¿Cómo reaccionas ante esta sensación de soledad?
Padre, gracias por tu presencia constante.