Bajo los escarpados arrecifes de Brora, en Escocia, una oveja necesitaba que la rescataran. Atrapada en un valle rodeado de rocas empinadas por un lado y el vasto mar por el otro, había estado sola durante dos años. A pesar de varios intentos de rescatarla, nadie pudo, hasta que un granjero llamado Cammy Wilson y tres amigos lo lograron mediante una riesgosa misión de rescate. Usando un cabestrante y mucha valentía, descendieron casi 250 metros para sacarla de su aprieto.

El decidido y empático granjero y su equipo reflejan la compasión de nuestro Padre amoroso descrita en Jeremías 23:1-3. El profeta denunció que los líderes pecaminosos de Judá eran pastores que destruían y dispersaban las ovejas del rebaño de Dios (v. 1). Dios les declaró que, debido a la forma despiadada en que trataban a su pueblo indefenso, los castigaría (v. 2). Vio el aprieto de su rebaño disperso y se preocupó profundamente. No solo Dios se preocupó, sino que también dijo que, con amor, los recogería de sus exilios y los traería de vuelta a un lugar de seguridad y abundancia (v. 3).

Cuando nos sentimos perdidos, atrapados o aislados, nuestro Padre celestial ve nuestro aprieto y no nos dejará abandonados. Busca activamente rescatarnos y restaurarnos.

De: Marvin Williams

Reflexiona y ora

¿Cómo estás espiritualmente aislado y atrapado? ¿Cómo te alienta saber que Dios ve tus aprietos?
Padre celestial, gracias por ser mi buen Pastor.