Cuando se me formó una mancha irritada en la piel cerca del ojo, utilicé maquillaje para cubrirla. Esto mantuvo mi problema en secreto un tiempo. Sin embargo, la mancha no desapareció y supe que necesitaba atención médica. La mañana de la cita con el médico, no me maquillé. Quería que viera bien el problema y lo tratara para que pudiera curarse.

¿Alguna vez has intentado ocultar un problema de pecado? Tal vez seas consciente de que alguna acción o pensamiento te está controlando, pero has evitado orar por ello o mencionárselo a amigos y familiares. Tal vez pienses que no es para tanto porque muchas otras personas enfrentan problemas similares. Pero es imposible prosperar espiritualmente cuando el pecado ensucia nuestras vidas. Como dice Proverbios 28:13: «El que encubre sus pecados no prosperará». Felizmente, el versículo continúa: «mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia» (v. 13).

Puede ser difícil admitir que ciertas prácticas son erróneas. Sin embargo, la bondad de Dios facilita el proceso de humillarnos. Cuando recibimos el poder del Espíritu de Cristo en nuestra lucha, podemos rechazar el mal que nos tienta (Gálatas 5:16-17, 22-24). Si Dios nos guía, el cambio es posible, ¡y nuestra salud espiritual merece el esfuerzo!

De:  Jennifer Benson Schuldt

Reflexiona y ora

Cuando consideras confesar el pecado, ¿por qué te alienta el amor eterno de Dios? ¿Cómo puede engañarte el enemigo en tu lucha contra el pecado?
Dios, ayúdame a entregarte las áreas de pecado de mi vida.