Cuando Kat supo de su embarazo, abandonó la escuela secundaria para cuidar a su hija. Quince años después, era una esforzada madre de tres hijos que soñaba con convertirse en esteticista profesional. Con humildad y tenacidad, volvió a estudiar en un programa gratuito de desarrollo educacional. Aunque fue humillante volver a la escuela después de tanto tiempo, Kat dijo: «¡Este programa cambió mi vida! Mi profesora fue increíble y me alentó mucho».

Permanecer enseñable puede ser una de las cosas más difíciles. La Biblia habla de tener un corazón enseñable y abierto a la sabiduría de Dios. Proverbios describe poéticamente a dos mujeres —sabiduría e insensata— que llaman a los que pasan (Proverbios 9:1-6, 13-18). El que escucha a la sabiduría recibe bien la corrección. «Aumentará su saber» y será más sabio (v. 9). Suele andar «por el camino de la inteligencia» (v. 6). Su obediencia lo lleva a una vida plena (v. 11). Por el contrario, el que escucha a la insensata aborrece la corrección. Insulta a quien trata de instruirlo (vv. 7-8).

La humildad viene del temor a Dios: reconocer que Él es el «Santísimo» y no nosotros (v. 10). No es fácil mantenerse enseñable, pero también nos permite admitir que no sabemos todo y que seguimos necesitando ayuda. La sabiduría nos llama. ¿Cómo responderemos?

De:  Karen Pimpo

Reflexiona y ora

¿Cuál es tu reacción natural ante la crítica? ¿Cómo una respuesta humilde lleva al crecimiento y la victoria?
Padre, confío en tus caminos.